Para Rodrigo Facio Brenes (rector entre 1952-1961) la Universidad de Costa Rica -restablecida en 1940- surgió como un simple agregado de las escuelas profesionales dispersas en San José (Derecho, Farmacia, Agronomía, Bellas Artes y Enfermería), por lo que carecía de unidad. Además, consideraba que la especialización profesional dejaba por fuera lo cultural, humano y social.

En el I Congreso Universitario (1946), Abelardo Bonilla Baldares y Enrique Macaya Lahmann propusieron la necesidad de una reforma académica, consistente en la creación de un ciclo de estudios común a todas las carreras, que brindara formación humanística a los estudiantes, y que -a la vez- posibilitara la integración de las diferentes escuelas.

Cuando Facio asumió el cargo de rector, convirtió este proyecto en uno de los ejes centrales de su gestión, junto con la creación de la Ciudad Universitaria. Así, Carlos Monge Alfaro y otros profesores trabajaron en el desarrollo de la Reforma Académica. Esta se puso en práctica con la inauguración de la Facultad de Ciencias y Letras y de su edificio central (hoy Escuela de Estudios Generales), realizada el 4 marzo de 1957.

Ese día, Rodrigo Facio dijo: “…inaugurar la Facultad de Ciencias y Letras y a la vez su pabellón central, implica estrenar alma y cuerpo el mismo día.”