Hongos mágicos

Por Julieta Carranza Velázquez,
bióloga,especialista en micología,
profesora jubilada de la Universidad de Costa Rica
Correo: carranza.julieta@gmail.com

El tener sensaciones más allá de lo que perciben nuestros sentidos ha fascinado siempre al ser humano.

Los hongos alucinógenos se conocen desde hace más de 2 000 años. Los líderes espirituales de poblaciones originarias de México, Centro y Sur América, así como algunos pueblos de Mesopotamia y Medio Oriente, consumían hongos en sus rituales religiosos para alcanzar estados alterados de conciencia que les permitieran comunicarse con sus dioses. Se cree que los vikingos los utilizaban, como estimulantes musculares, antes de sus batallas.

Los chamanes de poblaciones del Ártico (Polo Norte) consumen en la noche del solsticio de invierno “hongos mágicos” (Amanita muscaria), los cuales han sido recolectados bajo coníferas y secados al colgarse de ramas o dentro de medias que se colocan cerca del fuego. Los chamanes comparten los hongos con los pobladores del lugar. Cuando ellos llegan a las casas a dejar los hongos, estas pueden estar casi tapadas o sus entradas principales pueden estar obstruidas por la cantidad de nieve acumulada, pero como en los techos siempre hay alguna abertura por ahí entran.

Bajo el efecto del hongo, todos sufren de alucinaciones: observan al chamán que vuela, junto con espíritus elementales (gnomos) y renos, hacia la estrella del norte para recuperar los regalos del conocimiento y compartirlos con ellos. En la realidad, los renos comen de estos hongos, pero no vuelan sino ‒más bien‒ saltan.

¿Habrá alguna conexión entre esta tradición y la celebración navideña de la venida de Santa Claus? Los niños esperan ansiosos la llegada de Santa (vestido de rojo y blanco), quien viaja por el cielo en un trineo jalado por renos, cargado de regalos envueltos en papeles rojos y blancos. Entra por las chimeneas y coloca los presentes debajo del árbol navideño (ciprés, abeto o pino).

Las sustancias alucinógenas causan modificaciones en los sentidos con efectos variados. Para algunos pueden ser leves, para otros muy fuertes, lo cual puede requerir hospitalización. Estudios recientes mencionan que causan un aumento en el número de neuronas y sus conexiones en las redes cerebrales.

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Notas

Los hongos Amanita muscaria son rojos con puntos blancos; también, los trajes de los chamanes son rojos con puntos blancos.

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