Ventana "U"
Un recorrido por el Paraninfo Universitario
Carlos Garita
Bachiller en la Enseñanza de los Estudios Sociales
Estudiante de Historia y de Administración de la Educación No Formal
Asistente del Museo de la Universidad de Costa Rica
El 22 de diciembre de 1954, día en que finalizaba el año lectivo de la Universidad de Costa Rica (UCR), su Paraninfo se encontraba a su máxima capacidad, pues tenía lugar la graduación de una parte del estudiantado. La ocasión fue propicia para que el entonces rector Rodrigo Facio Brenes hablase de los retos que enfrentaría la Institución y de la importancia que tenían valores como la autonomía universitaria.
Ingresar a este recinto implicaba entrar en contacto con un espacio de tamaño reducido dentro de los estándares actuales, aunque de grandes dimensiones para la década de 1950. Con una disposición en dos niveles (similar al Aula Magna actual), se caracterizó por contar con pisos de madera que guiaban hacia una plataforma donde tenía lugar la mesa principal; en esta se situaban las personas integrantes del Consejo Universitario.
Aunque originalmente se consideró que los asientos pudieran estar dispuestos de forma semicircular, se optó por colocarlos de manera paralela, pues se buscaba una mayor facilidad en su uso. Estos fueron importados, luego de valorar ofertas de diferentes fabricantes a nivel internacional.
También resaltaba su cielorraso, hecho de aluminio; hubo importantes dificultades para poder conseguir el material con que inicialmente se planeaba construirlo. Además, contaba con una máquina para realizar proyecciones cinematográficas, lo cual permitía revolucionar la forma en que se aprendía en un lugar como este.
Un proyecto que casi se desploma
La descripción antes realizada hace pensar en un edificio sólidamente levantado. No obstante, la Sala Magna (como era conocida en ese momento) sufrió problemas estructurales, aún peores que los vistos en la construcción del edificio central de la Universidad.
Durante las primeras etapas de las labores constructivas, no se tuvieron dificultades, más que las impuestas por la Segunda Guerra Mundial relacionadas con la compra de materiales. Esto cambió en la tercera semana de abril de 1945, cuando el proyecto del nuevo auditorio tuvo un revés importante; el techo sin terminar se desplomó, debido a la fractura de varias de las vigas que lo sostenían. Esto no solo puso en peligro la vida de las personas que trabajaban en estas obras, sino también tambaleó la idea de poder concretar este proyecto.
Lo anterior produjo que la Institución procediera a demandar legalmente a la empresa de Adela viuda de Jiménez e Hijos. Este conflicto no se solventó hasta bien entrada la década de 1950, con el pago de una indemnización para la UCR, dadas las dificultades que habían generado las fallas estructurales.
La construcción siguió bajo la administración de la Universidad, con un nuevo plan que llevó a su culminación en 1948. Esto se logró gracias al empeño de contar con un Paraninfo Universitario por parte del rector Fernando Baudrit Solera.
Un espacio al servicio de la sociedad
Anteriormente, se pudo observar cómo en el Paraninfo Universitario tenían lugar las graduaciones o actos de clausura del curso lectivo; sin embargo, estos no eran los únicos eventos que se podían desarrollar en dicho recinto. Por ejemplo, este era el aula más grande de la Universidad, donde los cursos y cátedras con la mayor afluencia de estudiantes podían desenvolverse con más comodidad.
Además, era el punto de reunión cuando se trataba de asistir a conciertos que ofrecían docentes y estudiantes del antiguo Conservatorio de Música, hoy Escuela de Artes Musicales. A esto se sumaban una gran cantidad de conferencias académicas que invitados e invitadas internacionales dictaban en el país, lo cual era de gran utilidad para conocer las nuevas tendencias sobre las áreas de conocimiento.
Sin embargo, no solo se llevaron a cabo eventos universitarias; por ejemplo, organizaciones como colegios profesionales encontraban las puertas abiertas del Paraninfo Universitario para desarrollar actividades, tales como sus asambleas. También algunas escuelas de la capital realizaron sus graduaciones en este espacio.
Un recuerdo erróneo
En las cercanías de los edificios del Poder Judicial, se encuentra un monumento que se asocia con el Paraninfo Universitario. Este ha generado la idea errónea de dónde estuvo ubicada alguna vez dicho auditorio. En realidad, ese fragmento de edificación nunca fue parte de este. Más bien, es un fragmento del edificio de estilo neoclásico de la Escuela de Derecho, antecedente de la actual facultad. Esto ha creado una confusión con respecto a las primeras instalaciones de la Universidad, pues en la misma cuadra coexistieron tres edificios diferentes: el de la Facultad de Derecho, el edificio central al que se hizo referencia en la anterior entrega, y el Paraninfo Universitario, de estos dos últimos no quedaron vestigios.
Aunque este espacio desapareció en la década de 1960, aún recuerda la voluntad de una universidad por reunirse, discutir y aprender unida. Es una voluntad que, a pesar del crecimiento de la Institución, sigue viva entre las dificultades que cada época trae consigo.
