Curar una exposición:
un proceso de mucho conocimiento, cuidado y cariño

Jose Adelio Murillo
Estudiante de Comunicación
Asistente Museo de la Universidad de Costa Rica

  • La curadora de artes del Museo UCR, Laura Mariana Raabe Cercone, nos cuenta sobre la selección y adecuación de los contenidos de una exposición

Desde hace varios años, Laura Mariana Raabe Cercone es la curadora de artes del Museo de la Universidad de Costa Rica (Museo UCR). Empezó en la unidad como asistente, cuando aún era estudiante de Historia del Arte; desde entonces, ha participado en la organización de múltiples exposiciones.

Suele estar a cargo de exposiciones relacionadas con historia del arte, la cultura y el pensamiento, dada su formación. Sin embargo, en el Museo UCR ha expandido sus capacidades y conocimientos, gracias al trabajo interdisciplinario y al estudio de los temas de cada una de las muestras realizadas a lo largo de los años.

En exposiciones como “Travesía por la Isla del Coco”, desempeñó un rol diferente, asumió el trabajo de editora de contenidos y apoyó a los curadores especializados en otras disciplinas. Así, ha comprendido la relevancia del trabajo del Museo UCR, como un mediador que permite al público general comprender y valorar el conocimiento científico generado en la Universidad de Costa Rica (UCR).

Su trabajo ha consistido en leer y procesar textos y bibliografías, con los cuales se ha podido empapar de temas que desconocía. Por ejemplo, esa labor minuciosa y realizada en conjunto con los profesionales del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) permitió definir los mecanismos adecuados para que el contenido de dicha exposición fuera accesible para todo tipo de público.

“Trabajando con el Museo he tenido la posibilidad de conocer a personas provenientes de distintas áreas del conocimiento, como la antropología, la biología, la geología, la bibliotecología o la archivística, entre otras. Así, he aprendido mucho en el transcurso de estos años”, cuenta Laura Raabe sobre su trabajo como curadora.

Traducir los procesos naturales complejos y la terminología científica especializada, sin perder la esencia de la exposición, fue un reto que requirió muchas horas, pero que a su vez dejó mucho aprendizaje.

Para ella, ese gran trabajo se refleja en el resultado final, cuando se observa el gran interés que generan las exposiciones en sus visitantes, a quienes se busca inspirar a comprender y a valorar el patrimonio natural, histórico y cultural de nuestro país.

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