Cacofonía de puntos de vista sobre el patrimonio de la UCR

Eugenia Zavaleta Ochoa
Coordinadora museo+UCR

Museo de la Universidad de Costa Rica

Una puerta abierta a la "U"

El Museo de la Universidad de Costa Rica (museo+UCR) está concebido como un espacio de estudio, reflexión y difusión del conocimiento, entre otros aspectos. Por eso, surgió la iniciativa de organizar la "Jornada: Radiografía del patrimonio arquitectónico, artístico y natural de la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio" (7 de setiembre de 2018) en relación con un tema que se ha vuelto controvertido. A partir de las construcciones iniciales del campus en la década de 1950, la ciudad universitaria ha experimentado cambios, especialmente en los últimos años. Estos cambios en el entorno han motivado conversaciones, pronunciamientos, discusiones informales y comentarios positivos y negativos. El interés de esta actividad fue conocer, discutir y reflexionar al respecto con base en diversos puntos de vista y desde diferentes disciplinas.

Las ponencias se pueden apreciar aquí en nuestro canal de YouTube. En todo caso, a continuación se exponen algunas de las ideas expresadas por los ponentes.

El arquitecto de OEPI Esteban Camacho comentó: "La OEPI tiene la difícil responsabilidad de reconocer, en medio de esta cacofonía que significan los diferentes puntos de vista de la comunidad universitaria, los significados y significantes que de manera tangible e intangible definen lo mejor de nuestra querida Universidad”.

La historiadora del arte Laura Raabe señaló lo siguiente: “La Ciudad Universitaria es un excelente exponente del estilo internacional o arquitectura moderna en Costa Rica y, posiblemente, sea uno de los espacios donde esta estética se introdujo de manera más exitosa en nuestro país a partir de los años cincuenta”. El arquitecto Carlos Jankilevich se refirió así: “Esta es una de las mejores universidades de Latinoamérica. Estamos un grupo de expertos en varias áreas estudiando y analizando, para que no se intervenga en espacios sin protección a bienes con carácter patrimonial”.

En un recorrido efectuado por las arqueólogas Ana Cecilia Arias y María Eugenia Bozzoli, la primera hizo esta apreciación: "...y por supuesto los comentarios infaltables del edificio nuevo para Ciencias de la Computación y de la Informática, que se comió parte de la abertura visual de la Escuela Centroamericana de Geología, del mismo edificio de Informática y que había dejado un espacio tan angosto de acera que una silla de ruedas no podría pasar por allí. Además el diseño del edificio es rompedor, acaso apuntamos al eclecticismo, parece..."

El ingeniero civil Rafael Oreamuno consideró que hay falencias en el trabajo de planificación de la Universidad: “Tengo la impresión de que a lo que estamos respondiendo es ‘necesitamos espacio y vamos a poner escuelas y facultades donde hay espacio’, no donde mejor responden al objetivo de infraestructura universitaria”. La socióloga Ciska Raventós criticó el modo en que se ha hecho el traslado de facultades como la de Ciencias Sociales e Ingeniería a otras fincas, fuera del campus Rodrigo Facio e hizo esta indicación: “Todas las personas que llegaban a esta primera finca, en transporte público, hoy se traslada sin que se haya hecho ningún corredor o mecanismo para que se movilicen de mejor forma. Los efectos de la falta de planificación en este y otros elementos son muy graves”.

El biólogo Gustavo Gutiérrez consideró errores en el manejo de los recursos naturales dentro de la Universidad: “Se dio la tala de 60 árboles en la finca 3; no se construye sobre cemento y se apostó por un crecimiento horizontal. Además, se ha dado falta de transparencia y ausencia de diálogo para las decisiones que se toman en materia ambiental.”

El historiador Claudio Vargas recordó que “el aspecto temporal, entendido como la cantidad de años de una estructura, no es el único que debe prevalecer para proteger el patrimonio. Es importante considerar la identidad que posee para el pueblo en el aspecto histórico, social, geográfico y cultural”.

El impacto que ha significado el devastador incendio del Museo Nacional de Brasil, debería sensibilizarnos más sobre el valor del patrimonio y su conservación. Para muchas personas (vecinos de Montes de Oca, profesores, estudiantes, administrativos), con respecto al entorno de la UCR, el patrimonio es vivido, experimentado y sentido como una realidad que nos pertenece; se ha creado una memoria colectiva en relación con este, pues se ha convertido en un referente tanto para nuestras vidas como para la historia de nuestro país.

Un reto que debemos asumir todas las personas que pertenecemos a una comunidad es articular la tradición y el progreso en armonía. Sin duda, este es un desafío motivador para enfrentar el presente y el futuro de manera creativa, positiva y con la responsabilidad que a cada uno nos atañe de resguardar un patrimonio muy significativo de Costa Rica. Sin embargo, fue una lástima que los funcionarios de OEPI no permanecieran durante la Jornada para escuchar esa “cacofonía” de puntos de vista y formar parte de las reflexiones y discusiones que se generaron en la actividad.

Este texto fue publicado originalmente en el Semanario Universidad, en la sección de Opinión, el 19 de marzo del 2019. (leer original)

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