Sección especial: Volcanes
Historia de las erupciones en Costa Rica
Dr. Paulo Ruíz, especialista en vulcanología y docente
de la Escuela Centroamericana de Geología (correo electrónico: paulo.ruizcubillo@ucr.ac.cr)
Oscar Morales, estudiante de la Escuela Centroamericana de Geología
Costa Rica tiene historia que se cuenta desde sus volcanes y sus erupciones. Queremos compartir información sobre algunas de las erupciones más relevantes para la población desde el siglo XIX.
Volcán Turrialba, 1864
De los eventos volcánicos más poderosos en el siglo XIX en Costa Rica, se encuentran las erupciones del Turrialba, entre 1864 y 1886; se produjo caída de piroclastos y de ceniza que llegó hasta el Golfo de Nicoya. En el 2010, el volcán volvió a despertar con actividad freática (agua, gases y ceniza retrabajada) y llegó a tener erupciones freatomagmáticas (agua y ceniza juvenil) y magmáticas (ceniza juvenil), lo cual afectó a los vecinos de la zona.
Volcán Poás, 1953
En 1953, la actividad del volcán Poás fue significativa por sus erupciones de ceniza y lava. Las nubes de gases, ceniza y vapor de agua podían ser observadas desde diferentes puntos del Valle Central. Debido a la salida lenta de lava en el cráter principal, se formó un domo que fue creciendo poco a poco. Posteriormente a este periodo, se formó un lago en el cráter y el domo continuó desgasificándose por décadas. Por muchos años, la actividad principal del Póas fue en forma de géiser y fumarolas, junto con episodios de erupciones freáticas (agua caliente y ceniza retrabajada, es decir, ceniza que es de una erupción pasada y se depositó en un lugar; luego, fue transportada por el viento o el agua y volvió al cráter; y por una erupción de agua caliente fue nuevamente expulsada). En abril del 2017, ocurrió un evento freatomagmático más fuerte, el cual destruyó el domo que se había formado en 1953.
Volcán Irazú, 1963 – 1965
En la tarde del 13 de marzo de 1963, en el momento en que John F. Kennedy ‒presidente de Estados Unidos‒, iniciaba su visita oficial a Costa Rica, el Irazú comenzó su último ciclo de actividad eruptiva violenta de tipo estromboliana, la cual duró alrededor de dos años. La primera fase se caracterizó por el lanzamiento de espesas columnas de cenizas y grandes bloques de roca preexistente. Las cenizas llegaron hasta 160 kilómetros al oeste del cono del coloso; cubrieron a San José y a la mayor parte de las tierras altas centrales del país.
Volcán Arenal, 1968
El volcán Arenal se conocía como cerro Arenal antes de su erupción histórica en 1968; a lo largo de cinco siglos, se había mantenido inactivo. Su cono estaba cubierto por un espeso bosque. La percepción del riesgo era mínima y esto dio lugar al asentamiento de poblados y de actividad ganadera muy cerca del coloso. El 29 de julio entró en erupción y generó catástrofes. La actividad volcánica se ha mantenido desde julio de 1968.
